La planta primera muestra al visitante cómo era el paisaje y la forma de vida en
Ziortza-Bolibar durante la Edad Media. Está organizada en dos salas, la primera
expone la Alta Edad Media mediante una maqueta de Ziortza-Bolibar, la réplica de
un cementerio y diferentes paneles informativos.
La segunda sala ilustra la Baja Edad Media con la maqueta de una ferrería; un fuelle, tenazas y yunques -originales- de herrería, la maqueta de una casa de villa y la reconstrucción de piezas de vajilla del siglo XVI. Los paneles informan sobre la importancia de la iglesia de Zenarrruza frente a la de Bolibar, los molinos existentes en Bolibar, la carta puebla de Markina y la ley del mayorazgo.
Alta Edad Media
Durante la Alta Edad Media el modo de vida en Ziortza-Bolibar, como en el resto de
Bizkaia estaba basado en la ganadería y la agricultura.
En el paisaje altomedieval de la zona destacaban los grandes y frondosos bosques que rodeaban pequeños núcleos de población en torno a los cuales se situaban los campos de cultivo. Estos núcleos de población -presididos por la iglesia y el cementerio- y situados en zonas elevadas, estaban constituidos por pequeñas casas levantadas con materiales sencillos, si bien en las edificaciones religiosas el material preferido era la piedra.
Baja Edad Media
En la Baja Edad Media el paisaje sufrió una intensa deforestación como consecuencia
del aumento de la ganadería y el uso de la madera que, pasó a jugar un papel
importante. La madera fue utilizada para la edificación de las viviendas y, sobre todo,
para la producción del carbón vegetal, combustible necesario en el funcionamiento de
las ferrerías.
Definirán el paisaje de esta epata las instalaciones hidráulicas -molinos y ferrerías-,
la instalación de las viviendas junto a los ríos y el nacimiento de las villas, como la de
Markina, Lekeitio, Ondárroa y Bilbao, entre otras.
La Colegiata de Santa María de Zenarruza -hoy monasterio- ha sido desde la Edad Media un centro de espiritualidad de primer orden en Bizkaia. La tradición sitúa la fundación de esta iglesia en el siglo X. Según la leyenda, el día de la Asunción del
año 968 un águila recogió una calavera en uno de los enterramientos de la iglesia de Santa Lucía (término de Gerrikaitz), cuando los fieles del lugar asistían a misa en la mencionada iglesia. Ante el asombro de los feligreses, la llevó entre sus garras
para depositar en un matorral y señalar el emplazamiento del complejo religioso de Zenarruza. Esta leyenda quedó grabada en el escudo de armas y en el sello oficial de Zenarruza.
En el siglo XVI muchos jóvenes de Bizkaia, forzados por la ley del mayorazgo, emprendieron un éxodo a América. Entre la nómina de los que emigraron se encontraba Simón Bolívar el “Viejo” quinto abuelo del “Libertador” Simón Bolívar.